viernes, 30 de mayo de 2014

El tiempo

Que maravilloso saber que sigues aquí, que pareciera que el tiempo no ha pasado, aunque las cosas sean diferentes.

martes, 27 de abril de 2010

"-Te adoro porque me volviste puta"
gabriel garcía márquez en El amor en los tiempos del cólera

El Codo (3ra parte)

Huesos
Han pasado muchos días y otras tantas noches desde aquel peculiar encuentro, y sin embargo para Latte todos son los días en los que escucha esa música tan maravillosa. Tan encantada esta que pregunta a toda persona que pasa por El Codo si lo conocen, la mayoría dice que si:
Conclusión: El fagotista toca muy seguido en El Codo, es muy conocido
Todas las personas a las cuales pregunta dicen algo diferente que contribuye a crearse una imagen mental de lo que debe ser el fagotista:
El escritor dice que además de componer también es un magnífico escritor, menciona que colaboró en la edición especial del primer aniversario de la revista cultural de la ciudad, y que su escrito obtuvo buenas críticas por parte de todos, le mostró un ejemplar que guardaba cariñosamente, y ella quedó encantada, le gustó tanto lo que escribió, que casi podía oír su voz en su cabeza, a pesar de que nunca la había escuchado; pero se imaginaba que era dulce y melodiosa, ligera como un violín en primavera y con la decisión necesaria en un músico. Tras mucho convencer al escritor, este le obsequió la revista.
La pintora observa que su música grita a cien leguas ser retratada, producto, seguramente, del talento que debieron haber tenido sus dos padres, ya que es huérfano. Dice que sus padres murieron escalando el Cerro del Muerto, quedando al cuidado de su tía abuela Capuccina, quien lo indujo al mundo de la música; murió al tener un disgusto con su sobrino, ya que este no quería tocar su tan amado piano: guardaba una pasión secreta por otro instrumento llamado violín
Un mesero de la cafetería que no tiene una tarjeta con su nombre, dice que si lo conoce, pero tiene mucho trabajo y se va a atender otras mesas rápidamente.
Hasta la entrometida de Moca tenía algo que decir sobre el afamado músico: Según ella “Es una persona muy retraída, que respeta y aprecia todo lo relacionado con el arte, y por muy buen fagotista que sea, las relaciones públicas nunca serán de su agrado, te lo digo yo, que lo conozco desde antes de que tuviera un fagot”
Latte ve en un folleto de la casa de la cultura la cara de éste y sus manos sosteniendo a un fagot; el folleto está promocionando un concierto de jóvenes concertistas, supone que debe tomar clases en ese lugar.

miércoles, 20 de enero de 2010

Cosí cosí

Cosí cosí

Dos hombres se encuentran en la calle, al igual que muchas otras personas; no ven cuando el asaltante llega, porque van tomados de la mano.
El primer hombre se defiende golpeando al otro en la cabeza con ayuda de su mochila escolar, pero el tercero es muy inteligente, y enseña el arma.
El segundo hombre piensa que esta situación esta bien, que es normal, y hace desistir al primero de sus intentos de justicia.
Entregan sus cosas importantes al asaltante mientras este sale de la escena del crimen.
Ninguna persona se molesta en verlos, mucho menos en ayudarlos.
Ellos siguen su camino como si nada hubiera pasado
Y vuelven a tomarse de las manos.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

El Codo (2da Parte)
Hombros
El día esta nublado desde el amanecer, esto siempre beneficia al café Del Codo, la gente tiene frío, y el frío hace querer tomar algo caliente. La cafetería maneja bebidas siempre ad hoc a la temporada, para esta ocasión, se antoja un chocolate Tía Chofi o mejor un café de olla: delicatessen en su punto
A Latte no le gustan los días sin sol, nunca le han gustado, el frío hace que se sienta triste y sin ganas de hacer nada. El día de hoy sus ropas no tienen los vivaces colores de todos los días; ella camina sin ganas a las clases de francés con la mirada baja.
El músico ama los días nublosos, ese día decide tocar una melodía alegre para contrarrestar el efecto sumiso que generalmente tienen las nubes sobre la población en un día de invierno.
Ella rebusca en su morral para asegurarse, de que no se ha olvidado nada
El abre el estuche de su instrumento y lo coloca sobre el frío suelo de cemento
Ella saca de su morral los pocos centavos que le da al mendigo siempre que pasa por ahí.
Y el comienza a tocar, una melodía suave, rápida pero sin prisas, libre como el viento. La gente rápidamente se aglomera a su alrededor, su música es tan bella que nadie lo puede evitar; y tampoco Latte, que se olvida de darle el dinero al limosnero, y embelesada por la música se va acercando hasta el que la esta tocando; de improvisa ella y todos los oyentes tienen ganas de cambiar al mundo, de hacer algo benéfico por la humanidad; vienen tantas ideas tan eclécticas a su mente que no se deciden por cual hacer.
Cerró los ojos, Latte está tan absorta en la música que ella no se da cuenta cuando el músico deja su violín, las melodías siguen resonando en su cabeza.
En cuanto deja de tocar el violín, las personas se van desprendiendo de su ensimismamiento, y embobadas, se van. Latte se queda
El violinista no repara en la curiosa oyente que tiene hasta que introduce su instrumento dentro del estuche, y guarda el dinero que la gente le ha dado dentro de su bolsillo, eran tantas las propinas que rebasaban la capacidad de su bolsa: Esa tarde ha hecho un buen trabajo con la gente
Cuando el músico se levanta, se encuentra con una mirada que no olvidará jamás, los ojos de Latte estaban llenos de curiosidad y embeleso, mientras los del violinista eran más bien de miedo; ese es el momento en el que ella se enamora de su música




PD: No tiene nada que ver con el texto, pero que feliz me siento hoy de tener un blog, me ha salvado la vida¡¡¡
...y la de muchos de mis escritos

lunes, 2 de noviembre de 2009

El Codo

Introducción
No hace mucho que vivo en Aguascalientes, hará ahora menos de tres años: una pequeña ciudad que no deja de maravillarme día a día. Si me preguntaran por el lugar favorito que he encontrado en estos tres años no dudaría ni un segundo, definitivamente respondería: El Codo.
Hay mucha gente que dice que la mejor calle de la ciudad es la nueva remodelada Zaragoza, el andador Juárez o la de Venustiano Carranza, pero no es cierto, ninguna de las mencionadas anteriormente tiene tanto potencial como El Codo, que más bien no es una calle, por que no hay circulación automovilística, podría ser un callejón, pero no es tan angosto, y no esta recta.
El Codo, como cualquier otro, brota de un hombro, que es la calle Venustiano Carranza, por lo que tiene el mismo complejo colonial que esta.
El Codo es complementado por huesos, pequeños locales que unen la calle: Del hombro al codo, se encuentra una parte de la Casa de la Cultura, una biblioteca que mis ojos nunca han visto abierta, y una tienda de música; complejos habitacionales y unos cuantos carros porfirianos abandonados. Del lado opuesto ninguno de los negocios tienen semejanza entre si: uno vende ropa para sacramentos religiosos, el de al lado ropa emo y en el último hay un bazar con ropa anterior a los años cincuentas, que debo admitir, es mi local favorito.
En donde debería de estar el codo, hay muchas tiendas apretujadas, El café del codo, es el más popular y centro de reunión, justo enfrente hay una librería con puertas de cristal, y al lado de esta, un local de moda francesa a prêt de porter. A un costado del café están las tiendas en donde asisten personas de distintos movimientos contraculturales, que no menciono, porque si lo hiciera, en vez de El Codo, el nombre de este cuento sería “La Historia Interminable”, y esa, afortunadamente, ya esta escrita.
El Codo termina con una muñeca, en donde se localizan los hippies, que también hacen todo tipo de rastas y perforaciones, con lo que han ganado clientela de todas las personas que frecuentan por los alrededores.
El caso es que a pesar de todas las diferencias de este lugar; tiene… tiene ese encanto que conserva unida y distante a la vez a toda la juventud de Aguascalientes y una buena parte de la demás población.
Siendo más enigmático esta cuestión que el manuscrito no acabado de Ibargüengoitia, El Perro Andaluz o la creciente popularidad de Gabriel García Bernal en la radio.
Son algunas de estas cosas las que propician los encuentros inesperados, los destinos entrelazados y las coincidencias inevitables…

sábado, 30 de mayo de 2009

¿Se parecen?







Hitler y Chaplin, no solamente por que Chaplin esta hacieno una parodia de el, creo que a Hitler solo le falta la boina y ya quedaron .
Que pena que mientras uno progresaba e inventaba, el otro lidiaba con su complejo de Pinky y Cerebro, osease, tratando de conquistar al mundo, je.